Columna de Miguel Ángel San Martín: Ambiente peligrosamente caldeado

Es imperativo que se imponga la cordura y la sensatez en Gaza. Los derechos humanos deben ser cautelados por todos quienes pensamos con una irrenunciable ética social, cueste lo que cueste.

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Por Miguel Ángel San Martín, desde España
Actualizado el 25 de septiembre de 2025 - 8:44 pm

En Naciones Unidas, más de 150 naciones expresaron su reconocimiento del Estado de Palestina. Foto: ARCHIVO

Su presencia, compuesta por alrededor de 60 embarcaciones pequeñas, desarmadas y cargadas de solidaridad, incomoda a los promotores de las acciones genocidas de Israel. Estando en el Mediterráneo, en aguas internacionales, la flotilla Global Sumud recibe ataques menores con drones, presumiblemente procedentes de las fuerzas armadas israelíes. La integran personas de al menos 44 nacionalidades, expertos en las diferentes especialidades de la medicina y la asistencia social. Todos pertenecen a organizaciones no gubernamentales.

Algunas naciones están reaccionando con contundencia frente a la acción ilegal armada. Italia, por ejemplo, envió a la zona una fragata de su armada para proteger a los ciudadanos italianos que tripulan en la flotilla.

Este miércoles, España anunció el envío de un buque de guerra desde Cartagena al Mediterráneo oriental para defender a las naves de Global Sumud. Llevan la advertencia de que las protegerá de los ataques militares producidos ilegalmente en aguas internacionales.

Arriesgan sus vidas

La misión de esa flotilla solidaria es romper el asedio israelí a los pocos ciudadanos palestinos que quedan en Gaza. Y países democráticos de Europa, como Italia y España, reaccionan con decisión ante tanta barbarie: es más que evidente que se está produciendo un genocidio. Otros gobiernos manifiestan su apoyo a las acciones de los grupos no gubernamentales que han concretado la idea.

La decisión española se produjo tras una noche de 14 ataques con drones israelíes dirigidos contra los barcos humanitarios y que provocaron daños en varios. La ministra de Defensa, Margarita Robles, afirmó que España tiene “el deber legal y moral de actuar”. Y subrayó que los activistas desarmados no pueden quedar abandonados a su suerte ante los reiterados ataques ilegales que se producen violando el derecho internacional.

Sin duda que el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, se transformó en una de las voces más claras de Europa en la condena al genocidio israelí en Gaza. Y está dando un paso audaz al comprometer directamente la protección militar española a quienes arriesgan sus vidas para entregar ayuda.

Italia había enviado antes una fragata de la Armada bajo la misma justificación. Y es que la protección de los trabajadores humanitarios es una obligación legal.

Debemos detener las atrocidades

Por supuesto que este gesto de Italia y España causa una presión eficaz para que otros gobiernos europeos pasen de las palabras a los hechos. Ahora abiertamente se oponen a las acciones de guerra de Israel en el mar, en defensa de la vida y la dignidad de Palestina.

Ya es importante lo ocurrido en la última reunión de las Naciones Unidas, efectuada en Nueva York, donde más de 150 naciones expresaron oficialmente su reconocimiento del Estado de Palestina. Es una decisión contundente que Israel y los países que le apoyan deberán tomar en consideración para que se paralice de inmediato la irracional matanza.

En consecuencia, es imperativo que se imponga la cordura, la sensatez, el sentido común y la inteligencia humana en Gaza. Justamente, los derechos humanos deben ser cautelados por todos quienes pensamos con una irrenunciable ética social, cueste lo que cueste.

Debemos asumir que estamos viviendo un momento histórico, en el cual la violencia no tiene espacio en la convivencia humana. Debemos detener los abusos y las atrocidades. Y debemos hacerlo entre todos, estemos donde estemos.