(VIDEOS) La hazaña de Anita Lizana cumple 88 años

El 11 de septiembre de 1937, la chilena ganaba sin ceder un set el US National Championships (actual US Open), único Grand Slam del tenis chileno en la historia. La Segunda Guerra Mundial truncó su exitosa carrera.

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Por Andrés Alburquerque
Actualizado el 11 de septiembre de 2025 - 11:16 pm

Anita se hizo famosa por la potencia de sus golpes, especialmente desde fondo de cancha. Foto: ARCHIVO

El 11 de septiembre de 1937, Anita Lizana se consolidó como la mejor tenista chilena de la historia. Ese día, “La Ratita” ganaba el US National Championships (actual US Open) en el West Side Tennis Club de Forest Hills.

Avanzó sin despeinarse las primeras tres rondas, pero en cuartos de final se cruzaba con la cuarta favorita, la estadounidense Marjorie Gladman Van Ryn. Sin embargo, la chilena la derrotó en apenas 45 minutos, por 6-1 y  6-1. En semifinales chocó contra la sexta cabeza de serie, la también local Dorothy “Dodo” Cheney, y la venció por 6-2 y 6-3.

“La Ratita” era especialista en los drop shots.

En la final sobre el césped neoyorquino, la tenista chilena derrotó a la polaca Jadwiga Jędrzejowska por un contundente 6-4 y 6-2. Apenas tenía 21 años (nació en Santiago el 19 de noviembre de 1915) y ganaba el único Grand Slam en singles del tenis chileno.

Fue su primera (y única) aparición en el Campeonato de Estados Unidos. No perdió ningún set. Pasarían décadas antes de que alguien igualara su registro. Fue la británica Emma Raducanu, en 2021.

Llamada al éxito

Desde muy niña descolló en el deporte. Hija de Roberto Lizana y sobrina del campeón chileno Aurelio Lizana, Anita creció con la raqueta en las manos. Su papá era entrenador en el Tennis Riege des Deutschen Vereins (Equipo de la Asociación Alemana de Tenis), ubicado en Quinta Normal.

A los 13 años es campeona de Chile en adulto. Antes y después se acostumbró a enfrentar a hombres: no tenía en el país rivales femeninas que le hicieran el peso. De ahí sacó la fortaleza de golpes con que se hizo famosa en Europa y Estados Unidos. Era especialista en el juego desde el fondo de la cancha y por sus espectaculares drop shots.

En 1935, una colecta popular logró reunir una gran suma para la época (120 mil pesos), con lo que viajó por primera vez a Europa. En el Viejo Mundo demostró que no iba de turista: ganó seis campeonatos, y a los 19 años muchos la consideraron una de las mejores tenistas del mundo.

A finales de 1937, tras ganar en Forest Hills, todos los medios especializados la eligieron como número 1 del mundo. Tal como lo haría Marcelo Ríos en 1998, Anita era la primera sudamericana en conseguirlo.

Desde el balcón

Cuando regresó a Chile, vía marítima, el público de Valparaíso la recibió como una auténtica reina. “Nunca imaginé que el público porteño me distinguiría en la forma que lo hizo, y estimo que no me corresponde. Una emoción inmensa recibí desde que el barco entró a Valparaíso”, comentó en el diario La Nación de la época.

Una multitud esperó en la estación Mapocho el tren que la trajo desde el puerto. Y todos partieron en caravana hasta La Moneda, donde la recibió el Presidente Arturo Alessandri Palma. Juntos salieron al balcón presidencial para instaurar para siempre la costumbre de recepción para los grandes campeones.

Poco después, Lizana regresó a Europa. Se fue a vivir a Dundee, Escocia, junto a su esposo, Ronald Ellis. Tuvieron tres hijas: Ruth, Carmen y Carol. Lamentablemente, un par de años después, la Segunda Guerra Mundial detuvo su carrera. Volvió a las pistas recién en 1947, a los 32 años, pero ya nada era igual, y abandonó poco después.

Murió de cáncer, el 21 de agosto de 1994, en Sutton, Inglaterra. Tenía 78 años.

Así jugaba Anita Lizana: