Flores del desierto ayudarían a prevenir el Alzheimer

Investigadores de la Universidad de Antofagasta analizan las propiedades neuroprotectoras de especies nativas del Desierto de Atacama, en busca de tratamientos naturales contra enfermedades neurodegenerativas.

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Por Cristián Carrión
Actualizado el 14 de octubre de 2025 - 11:50 pm

La drosophila melanogaster o mosca del vinagre que se usará como modelo de estudio. Foto: ARCHIVO

Un equipo de la Universidad de Antofagasta inició un estudio pionero sobre las propiedades neuroprotectoras de plantas del desierto para combatir enfermedades neurodegenerativas.

El estudio, liderado por la doctora en bioquímica Rafaella Zárate, establece que flores de Atacama pueden prevenir o retrasar patologías como Alzheimer o Parkinson.

El proyecto, con financiamiento de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, busca establecer una línea interdisciplinaria que vincule biología, química y neurociencia. Según Zárate, la investigación responde “a un desafío global y local por el envejecimiento poblacional y las enfermedades asociadas a esta etapa”.

La ciencia que florece

Se utilizará como modelo de estudio la drosophila melanogaster (mosca del vinagre). A pesar de su pequeño tamaño, el insecto posee circuitos neuronales que comparten más del 70% de los genes asociados a enfermedades humanas.

“Estas moscas pueden presentar características similares a enfermedades relacionadas con la pérdida de neuronas. Su uso nos permite realizar estudios de validación funcional más rápidos y de menor costo”, explicó la bioquímica.

Las plantas se recolectarán en el Desierto de Atacama y posteriormente se las someterá a procesos de extracción vegetal. Ese paso está a cargo del doctor Adrián Paredes Poblete, investigador del Instituto Antofagasta y académico del Departamento de Química.

Este detalló que las plantas serán sometidas a un procedimiento similar a la infusión de un té. Es decir, los compuestos se disuelven y purifican para obtener extractos aplicables en los ensayos biológicos.

Además del impacto científico, el proyecto promueve la transferencia de conocimiento y la bioinnovación con enfoque territorial, integrando saberes ancestrales sobre medicina botánica. Se contempla la colaboración con comunidades del altiplano, que utilizan estas especies con fines terapéuticos.

“Estamos validando científicamente un patrimonio vegetal único en el mundo, con respeto por la biodiversidad y la cultura local. Este trabajo posiciona a la Universidad de Antofagasta como un referente de investigación en la macrozona norte”, concluyó Zárate.