Columna de José Antonio Lizana: Chile tiene una deuda con Nicolás Massú
Durante el mes de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, una estación del metro de esa ciudad llevó su nombre, recordando las medallas de oro en Atenas. Acá le prometimos estatuas y que su calle de infancia llevaría su nombre, pero no pasó nada. Típico chileno.

Las grandes avenidas de este país deberían llamarse Nicolás Massú Fried. También los estadios, los gimnasios, las becas y los programas de fomento al deporte y, por qué no, también los simposios de psicología. Asimismo, su rostro debería estar impreso en los billetes y en los muros de los hospitales y colegios.
Usted dirá que soy exagerado, pero durante el mes de los JJOO de Londres 2012, una estación del metro de esa ciudad llevó su nombre. Acá le prometimos estatuas y que su calle de infancia llevaría su nombre, pero no pasó nada. Típico chileno, diría Coco Legrand.
El 22 de agosto de 2004, Massú no solamente consiguió la medalla de oro en singles en Atenas. También logró una de las hazañas más altas del deporte mundial: sumó dos de oro, al vencer en dobles junto a Fernando González. Ni los más grandes tenistas de la historia, como Roger Federer, Rafael Nadal y posiblemente Novak Djokovic, pudieron igualarlo.
Oro, plata y bronce
Con las derrotas en singles y en dobles en París 2024, se acabó el sueño de “Rafa” de conseguir doble oro en unos mismos Juegos. Anteriormente, consiguió oro en singles (Beijing 2008) y en dobles (Río 2016).
Este privilegio lo posee en la era moderna y como buena hazaña olímpica nuestro Massú. Djokovic ganó oro en singles en París 2024 ante Carlos Alcaraz, y dudo que pueda conseguir el doble oro en Los Ángeles 2028. Anteriormente había conseguido únicamente la medalla de bronce en individuales en Beijing 2008.
En tanto, Federer alcanzó el oro en dobles en Beijing 2008 y plata en individuales en Londres 2012. Además, González es el único tenista del mundo de la era abierta que consiguió las tres medallas (oro, plata y bronce).
En aquella memorable jornada, el estadounidense Mardy Fish no pudo sobrevivir al insaciable apetito de triunfo del viñamarino. Massú bregó en cinco sets para llevarse el match por 6-3, 3-6, 2-6, 6-3 y 6-4.
Crovetto y Acosta
El relato de Fernando Solabarrieta también aportó lo suyo a esa épica gesta (“No estamos soñando”). El mismo Solabarrieta relató con emoción el día anterior, cuando Massú y González consiguieron el primer oro de nuestra historia en la cita de los cinco anillos. Generaciones y generaciones recordarán la hazaña.
Nosotros los adultos somos los encargados de transmitir y de traspasarle la historia a nuestros hijos y nietos. Así como mi padre lo hizo conmigo. Me contó las hazañas de Luis Subercaseaux, David Arellano, Estanislao Loayza, Manuel Plaza, Anita Lizana, Lorenzo Varoli, Arturo Godoy, Marlene Ahrens, Ismenia Pauchard y tantos otros próceres.
Los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 fueron una luminaria, porque entusiasmaron a mi hija de dos años. Me pidió que la llevara todos los días a mirar las distintas disciplinas. Asimismo, a sus dos cortos años, celebró y vibró con las medallas de Francisca Crovetto y Yasmani Acosta. Gracias por siempre, Massú y González, porque sus triunfos elevaron nuestra bandera por primera vez en la historia a lo más alto del podio olímpico.
Felices 46 años, “Nico”, grande y eterno.