Chile ganó a Costa Rica y construyó histórico pase a la final
Con cuatro victorias y una derrota en cinco días, Chile avanzó por primera vez a la final de la Copa América de Vóleibol Femenino U-21 ante Estados Unidos.

El círculo de unidad de la ronda en movimiento que formaron las jugadoras chilenas luego de ganar al dueño de casa, Costa Rica, con gimnasio atiborrado de 2.500 espectadores, demostró una instantánea la noche del sábado en Chile: que luego de 8 años de trabajo del técnico argentino Eduardo Guillaume, todos los esfuerzos en viajes por más de 20 países, entrenamientos rigurosos y un proceso planificado, ha valido la pena.
Los parciales a favor de 25-15, 25-14 y 25-23 hablan de una curva ascendente.
La mejor jugadora de Chile y del partido, Dominga Aylwin Debarca, 20 años, 1.85 de altura, logró 7 puntos de remate y mucho más. Su experiencia jugando hoy en Ceará de Brasil, antes en Curitiba y Tucumán, además de Colo Colo, ha llevado a esta jugadora receptora exterior a brillar en su puesto y siempre apoyar a su equipo.
Luego de la victoria ante Costa Rica, mostró su felicidad: “Superamos el obstáculo de jugar a gimnasio lleno, estamos en la final y estamos viviendo con mis compañeras y el cuerpo técnico una evolución de largo plazo, positiva, y que nos permite, además, jugar el Mundial U 21 en pocos días más en Indonesia”.

Sets cómodos
El primer parcial fue fluido, tranquilo, con un 25-15 contundente, pero no perfecto. Las fortalezas de Chile produjeron 24 ataques y 12 puntos de remache, 19 servicios correctos, mientras su debilidad estuvo en fallar cuatro salidas. Ante esa máquina, Costa Rica no pudo reaccionar, no armó ni arriesgó en ataque y sus recepciones fueron deficientes. Se puede afirmar que desde el punto 15 de las ticas en adelante, Chile jugó solo; su rival se había diluido.
En el segundo set hubo dos momentos muy distintos. El primero, con dos equipos parejos, escalando punto a punto, se llegó a estar a un tanto en las 12 unidades. Costa Rica atacó más y defendió mejor. Daba la sensación que Chile jugaba frenado; todo cambió a partir del punto 14: las chilenas atacaron con consistencia y las ticas se desdibujaron. El final mostró un 25 a 14 que daba cuenta de una Costa Rica nerviosa, cuestión que reconoció su capitana.
Reñido tercer parcial
A Costa Rica no le quedaba más que jugársela en todo: sacar bien, armar, atacar y defender fue su consigna para salvar el tercer set y alargar el juego. Eso casi ocurrió. De hecho, el primer punto fue tico; en adelante, los equipos escalaron a la par hasta el punto 5, Costa Rica se “escapó” en el 7 y llegó al 11, mientras Chile se quedó en 7.
El entrenador chileno pidió minuto técnico; Chile se recuperó de a poco y en el punto 19 emparejó el marcador. Las costarricenses denotaron intranquilidad y ambos rivales escalaron hasta el punto 23. Ahí, Chile pide un nuevo minuto técnico: amarró el final, armó 2 remaches imparables y el parcial concluyó 25 a 23.
En ese momento, las chilenas arman una ronda, la bailan y celebran el pase a la final.
El técnico Eduardo Guillaume expresó al término del juego que éste había sido “durísimo”, pero que habían “levantado cuando se nos iban los puntos”. En su opinión, “en los momentos clave se impuso la experiencia de muchos años y la calidad de un equipo que ha recibido mucho apoyo presupuestario de las autoridades chilenas, del IND, del Mindep, del COCH y de la propia Federación, lo que nos permite mantenernos en giras y campeonatos, ahí está la clave”, concluyó.