PDI confirma que jerarca del Tren de Aragua está preso en Chile
El sujeto, prófugo desde 2022 en Venezuela, ingresó a la cárcel de Valparaíso con nombre falso. La PDI logró identificarlo tras una investigación criminalística.

Junior Misael Betancourt Castillo, uno de los líderes más buscados del Tren de Aragua, fue identificado en las últimas horas por la Policía de Investigaciones (PDI) como uno de los internos del penal de Valparaíso, donde se encontraba recluido desde 2023 utilizando documentación falsa.
Apodado como “El Papa del Tren de Aragua”, por su alto rango dentro de la organización, Betancourt había logrado fugarse desde la cárcel de Tocorón, Venezuela, en 2022, iniciando su huida internacional. En su contra pesaba una notificación roja de Interpol por delitos como terrorismo, tráfico de armas, extorsión y asociación criminal.
Detenido por drogas, pero con nombre falso
Su detención inicial en Chile se remonta a febrero de 2023, cuando fue sorprendido en posesión de drogas. En ese momento, ingresó al sistema penitenciario bajo una identidad venezolana adulterada, lo que dificultó inicialmente su rastreo por parte de los sistemas internacionales de seguridad.
La situación cambió gracias al trabajo del área de análisis criminal e inteligencia de la PDI, que mediante procedimientos técnicos avanzados logró establecer su verdadera identidad, confirmando así su alto perfil delictivo y su vínculo con la organización criminal transnacional.
Chile refuerza su coordinación internacional
La revelación marca un nuevo antecedente en la penetración del Tren de Aragua en territorio chileno y en el uso de identidades falsas para evadir la justicia.
Las autoridades nacionales refuerzan sus alianzas con organismos internacionales para identificar otros posibles miembros encubiertos que podrían estar operando o recluidos en el país.
Revelación impacta al sistema penitenciario chileno
La identificación de un líder criminal de este calibre al interior de una cárcel nacional expone una preocupante vulnerabilidad en los procesos de control migratorio y penitenciario.
El caso ha encendido alertas en los organismos de seguridad, que ahora revisan antecedentes de otros reclusos extranjeros, ante la posibilidad de que más integrantes de organizaciones delictuales estén ocultos tras identidades falsas dentro del sistema carcelario chileno.