Greenpeace alerta crisis hídrica sin precedentes en Chile

La ONG advierte que las lluvias han disminuido un 57,5% en Santiago durante 2025. La Región de Coquimbo vive la peor situación: sus embalses apenas alcanzan un 20% de capacidad.

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Por Cristián Carrión
Actualizado el 28 de agosto de 2025 - 6:06 pm

Los embalses en la Región de Coquimbo funcionan al 20% de su capacidad / Foto: ARCHIVO

Chile atraviesa uno de los años más críticos en materia hídrica, según Greenpeace, pese a que 2024 fue excepcionalmente lluvioso. Sólo en la Región Metropolitana las precipitaciones han disminuido un 57,5% respecto al promedio histórico, lo que ha encendido las alarmas sobre la seguridad del suministro de agua.

El meteorólogo Alejandro Sepúlveda explicó que el problema no es sólo la disminución de las lluvias, sino su irregularidad: “Los chubascos se concentran en episodios muy intensos y aislados, lo que provoca escorrentía rápida y evita la recarga de napas subterráneas”.

La ONG alertó que esta falsa sensación de abundancia puede relajar a la ciudadanía en la defensa del agua como recurso estratégico. Recordó, además, que un informe del Instituto de Recursos Mundiales (WRI) ubicó a Chile en el puesto 16º entre los países con mayor estrés hídrico global, advirtiendo un posible desabastecimiento hacia 2050.

El cuidado de nuestro ecosistema

La experta de Greenpeace, Silvana Espinosa, subrayó que el retroceso acelerado de glaciares en la zona central, la reducción sostenida de precipitaciones y la pérdida de cobertura vegetal amenazan la disponibilidad de agua a largo plazo: “No sólo compromete el consumo humano, también pone en riesgo la biodiversidad y los ecosistemas”.

El impacto ya es evidente en los embalses. De acuerdo con cifras del Ministerio de Obras Públicas, citadas por la ONG, el almacenamiento nacional cayó a 4.900 millones de metros cúbicos, un 18% menos que en agosto de 2024. La situación más crítica se concentra en la Región de Coquimbo, donde la mayoría de los embalses operan bajo el 20% de su capacidad.

Greenpeace enfatizó que la escasez hídrica responde no sólo al cambio climático, sino también a un modelo de gestión heredado de la dictadura, que mantiene el 80% del recurso en manos privadas, principalmente agrícolas, mineras y energéticas.

“La crisis del agua dejó de ser coyuntural: es estructural y permanente. Se requieren reformas profundas y una gobernanza que reconozca el agua como un derecho humano y bien común”, concluyó Espinosa.