Columna de Carlos Cantero: Cultura de paz y ambiente educativo

Es fundamental abordar la violencia social y escolar desde una perspectiva integral, comprometiendo al sector público y privado, antes de que sea demasiado tarde.

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Por Carlos Cantero
Actualizado el 19 de abril de 2025 - 12:10 pm

Ante la violencia escolar es fundamental fortalecer las redes de apoyo. Foto: ARCHIVO (REFERENCIAL)

El entorno social y educativo requieren urgente inversión en innovación social, gestión de valores relacionales, clima emocional, salud mental y cultura de paz. La creciente violencia en el ámbito educacional no es un problema intrínseco a la educación; muy por el contrario, es un fenómeno que la trasciende.

Las comunidades educativas son víctimas (y reflejo) de un sistema socio-cultural anómico. O sea, con ausencia de normas sociales. Además, debilitado en sus valores, garantista en derechos y débil en deberes, sin límites éticos. Esto “normaliza” la violencia, el irrespeto interpersonal e institucional.

Triste legado que heredamos a nuestros sucesores. Paralelamente, en la sociedad se extienden la corrupción, el crimen organizado y narcotráfico, atacando el cuerpo social e institucional, como un peligroso cáncer en metástasis.

Desafío estructural e institucional

Amplios sectores mantienen resiliencia. Pero no podemos desconocer que el mal avanza y la institucionalidad es disfuncional para contener la degradación y la violencia. Se normaliza el mal, sin contención estructural. Chile se transforma en emergente corredor continental de narcotráfico. Esta cultura se consolidará o detendrá según operemos con consciencia (realismo) y con conciencia (valores).

Son múltiples los factores culturales, políticos y sociales que gatillan el proceso de degradación valórica y descomposición social. Los debemos abordar con urgencia, desde un enfoque multi y trans-disciplinario: eco-ético-sico-sistémico-relacional, primariamente. Luego, según las complejidades, unos seguirán hacia intervenciones clínicas (sico y siquiátrica) y otros hacia el ámbito judicial.

Es fundamental abordar la violencia social y escolar desde una perspectiva integral, comprometiendo al sector público y privado, antes de que sea demasiado tarde. Es relevante gestionar todos los diversos activos del Desarrollo Humano. El desafío es estructural e institucional. Requiere gestión de excelencia, liderazgos habilitantes, estrategias colaborativas y cultura de paz.

Debemos enfrentar la violencia

Desde el ámbito nacional se debe regular el contenido violento en medios de comunicación y redes sociales, promover políticas públicas de inclusión, con una Justicia que cumpla su rol.

A nivel nacional se requieren autoridades y liderazgos con plena consciencia y sensibilidad por estas urgencias, implementando soluciones oportunas: programas de educación socioemocional; promoción de la cultura de paz; fomentar la participación de las familias en la vida escolar; espacios seguros donde la comunidad pueda encontrarse; atención psicológica y social; mediación para la resolución de conflictos. En estos desafíos las municipalidades y gobiernos regionales son fundamentales.

Estamos en alerta por bullying en el ámbito escolar. Debemos enfrentar la violencia, fomentar valores de respeto, tolerancia y diversidad. Y fortalecer las redes de apoyo, llamar a los liderazgos habilitantes, colaborativos y con sentido social para ayudar a la educación.

Los problemas complejos no tienen soluciones fáciles, requieren de todos, actuando con unidad, coordinación y excelencia. Esperamos que pronto esta consciencia social se extienda. Para que no triunfe el mal, el bien debe hacer lo suyo. ¡Que así sea!